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Delfín Sierra Tejada
El caos vehicular, el irrespeto visual, incluida la contaminación, la prostitución y la droga, son el plato hondo de cada día en ese sector.
En nuestra histórica Plazoleta de los Mártires conviven, la degradación social, el abuso auditivo, el irrespeto al ciudadano y el desorden vehicular que no ha encontrado una solución definitiva y drástica, atentando contra las normas que regulan esta actividad en cualquier territorio.
La gente de bien tiene que soportar todo tipo de agresión, que aun cuando no sea física, pone en riesgo el derecho ciudadano a los espacios libres de contaminación y abusos en los altos decibeles, ruidos provenientes de almacenes y negocios de cantinas que castigan el oído, y de los propios vehículos que afectan la vista y la audición, sin que autoridad alguna, hasta ahora, se apersone de esta anómala situación en un escenario que demanda y espera una acción responsable para salvarlo de tanto olvido, irrespeto y violaciones.
Con el anuncio hecho por el alcalde Edgardo Pérez Díaz de convertir a la calle diecisiete o Avenida Santander en una sola vía, se espera que todas esas empresas de transporte de pasajeros incluidas cotranscaribe, colibertador y sensación, cambien de sede y permitan al legendario e histórico espacio de la antigua Estación del Ferrocarril ser, lo que ha debido ser, desde siempre; un parque temático que recuerde con respeto a quienes ofrendaron sus vidas para lograr todos los derechos y reconocimientos de los que gozan los trabajadores de esta nación, porque tuvieron que teñir con sangre algunas páginas de nuestra historia para que se comenzar a legislar y reconocer las conquistas y derechos laborales del Obrero colombiano.
Es con decisión, mano dura y autoridad, agregado una pizca de amor cienaguerista, diría el Maestro Rafael Caneva, cómo se va a lograr dignificar a la Plazoleta de los Mártires de las bananeras y que luzca en su esplendor y majestuosidad < El Prometeo de la Libertad > del maestro Rodrigo Arenas Bentancur, como símbolo de una tierra que lucha por su reivindicación e importancia como pueblo patrimonio de esta nación colombiana.
