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La acción del alcalde Pérez Díaz le devuelve a Cienaga otras piezas históricas antes abandonadas.
Redacción General«No hay verdad que no sea justa, ni razón que no se cumpla». Desde siempre se aplica esta frase para defender todo lo que ella encierra y ningún momento más indicado que este, cuando después de tantos años se logra por gestión del alcalde municipal Edgardo Pérez Díaz la recuperación y puesta en funcionamiento de las fuentes que en mármol de Carrara, obsequiara para ornato y embellecimiento de nuestra emblemática Plaza del Centenario, la agradecida colonia italiana para la ciudad y en el año de 1920 en conmemoración de la Batalla de Ciénaga, acaecida en este suelo el 10 de noviembre de 1820, que tan gran atractivo constituyó para esos años mantenerlas con su corriente de agua permanente, con hermosas jardineras y una iluminación acorde con la importancia de ese centro de esparcimiento y solaz de nativos y visitantes.
Obras como esta son las que hablan del orgullo cienaguerista que aflora cuando se recupera un espacio que viene siendo observado, estudiado y próximamente sometido a intervención para convertirlo en otro singular atractivo de nuestro centro histórico con una zona peatonal de pasaje o área de adoquines para el paseo que según el proyecto socializado nos conduciría al malecón turístico teniendo como vías de acceso las carreras diez y once.
Desde esta tribuna periodística en donde siempre reclamamos la acción de la administración municipal para devolver a los cienagueros estas fuentes que de alguna manera representan un renglón importante de nuestra historia que le ha ganado el reconocimiento de pueblo patrimonio, estamos en la obligación y para hacer justicia, de presentar como un logro esta obra que seguramente no tiene un alto costo económico, pero sí encarna un sentir de muchos cienagueros que vieron como pasaba el tiempo y nadie se preocupaba por esas estructuras no sólo por su belleza estética, sino por su objetivo de embellecimiento a un parque con un diseño cuyas características tienen muy pocos en Colombia, como lo han expresado tienen han tenido la oportunidad de observar el conjunto armónico que guarda y representa esta Plaza del Centenario y su monumental Templete.
